Las plantas carnívoras son vegetales que completan su nutrición mediante la caza y digestión de pequeños seres vivos. La dionaea muscípula, más conocida como venus atrapamoscas, atrapa presas vivas, principalmente arácnidos e insectos.
Está compuesta por raíz, tallo y hojas. Estas últimas se dividen en dos partes: un peciolo plano y con forma corazonada capaz de hacer la fotosíntesis, y un par de ensanchamientos con pigmento rojo en su interior llamados lóbulos que constituyen la hoja y la respectiva trampa.
La atrapamoscas utiliza sus lóbulos a modo de pinzas como mecanismo de captura. El insecto es atraído a la planta por un néctar dulce que la planta utiliza como cebo, al rozar os cilios detectores que se encuentran en el lóbulo, este se cierra automáticamente incapacitando la huida de la presa.
La presa se mueve en el interior de su celda, esto estimula los lóbulos y estos se dilatan hasta cerrar la trampa herméticamente formando una especie de "estómago" donde se produce la digestión.
En la digestión las glándulas de los lóbulos segregan enzimas que desintegran al animal.
Esta digestión dura alrededor de 10 días, en los que la presa es reducida a una cáscara quitinosa, entonces la planta se abre y vuelve a prepararse para la caza.
Curiosamente, una trampa solo realiza este proceso 3 o 4 veces, después simplemente tendrá lugar la fotosíntesis.
Reino: Plantae
Clase: Magnoliopsida
Orden: Cariophyllales
Familia: Droseraceae
Especie: Dionaea muscípula
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